domingo, 1 de julio de 2007

Toallitas mágicas.

Una vez más, entramos en el maravilloso mundo de la publicidad, en el que los límites parecen no exisistir. Normalmente existen dos métodos para llamar la atención al consumidor, uno es engañarle con letras pequeñas y asteriscos, otro es hacer un anuncio lo más ridículo posible para que se hable de él.

Desde el el blog de Maytexus me reencuentro con uno de esos anuncios que desearías no haber visto en tu vida y que seguro identificaréis.


¿Sorprendente verdad? Pues existe hasta un videoclip en el que nos enseñan a bailar la megacanción de Kandoo, el Kandoobidú.

Yo me había quedado con esa escena en la que entran como seis niños al baño (en el videoclip luego son 20) con las manos levantadas y bailando, eso sí, poniendo una señal de ocupado (que la rana mutante ignora más tarde). Pero hay más, un pequeño detalle que personalmente había sido incapaz de reconocer tras la alta cantidad de detalles, ¿qué pasa con la toallita una vez se usa?

¡Desaparece!

Sólo hay que ver como al final, la ranita realiza el clásico truco del pañuelo tras su disfrute personal con el mismo. Aunque creo que se dónde está el truco... ¡¿Es que nadie piensa en los niños!?

3 comentarios:

  1. Fran, tu tienes indicios de mago, ¿ese truco también lo haces?

    Por cierto, como los niños piensen que es así como se va al wc (en grupo y con una rana) y encima que se tienen que limpiar como lo hace el batracio.... Miedo me da, no se si por las Urgencias de los hospitales con padres histéricos (de los de ahora), o por la desilusión de los niños al no poder "hacerlo bien".

    Con Kandoobidú puedes hacerlo.... La letra tampoco tiene desperdicio. xD

    ResponderEliminar
  2. Yo diría que el papel se queda en el culo de la rana

    ResponderEliminar
  3. Un respeto a los magos, no desveles el truco Fran :P

    ResponderEliminar

A la hora de comentar intenta escribir correctamente y no faltar al respeto. HDR no se resoponsabiliza de los comentarios pero eliminará aquellos ofensivos, especialmente los anónimos.